La quinta ola es una película muy entrenida que sigue la estela de otras distopías: nuestro mundo sumido en el caos, unos pocos intentando gobernar a todos (en este caso Los Otros y los militares), un grupo de rebeldes que se niega a tirar la toalla y un protagonista, chica en este caso otra vez, que se reinventa a sí misma, lucha por recuperar lo que queda de su familia y, de paso, se enfrenta al enemigo con uñas y dientes (y armas de fuego de gran calibre).

No es sumamente original, no innova (aunque sí depara alguna que otra sorpresa y giro argumental), pero tiene unos maravillosos efectos especiales, escenas impactantes (en especial los de la segunda ola), buenas actuaciones y personajes que apetece conocer en mayor profundidad, por lo que espero que sigan adelante con la franquicia.

Si bien no llega al nivel de otras como El corredor del laberinto y su secuela, En llamas o Divergente, la recomiendo para los seguidores de este tipo de historias y los lectores de la novela que toma como base.

Yo no puedo juzgarla como adaptación, ¡de nuevo no leí el libro! (aunque lo tengo esperando).

Además, Chloë Grace Moretz me encanta como actriz. Siempre lo ha hecho. El chico que interpreta a Ben me sonaba, eso es porque es uno de los dos hermanos de Jurassic World. Alex Roe, que pone rostro a Evan, me ha encantado; ya lo veía dando vida a Daemon Black en la película de la saga Lux (por pedir...). Apenas he reconocido a María Bello en el personaje de la sargento Reznik y considero que Liev Schreiver hace un buen trabajo dando vida al Coronel Vosch. Es uno de esos actores con carisma, un intérprete al que hacía tiempo que o veía.

En definitiva, esta es una película para los amantes de la adrenalina y las historias distópicas.

Lo mejor: los efectos especiales y la premisa.

Lo peor: algunos atibajos de ritmo y que conocemos a los personajes solo superficialmente. Espero que rueden las otras dos para ahondar más en ellos.